
Autora:
Olga Galindo.
Trabajo en casa, Casatrabajar no es teletrabajo
El teletrabajo ha llegado para quedarse. Pero una vez superado el entusiasmo inicial, muchas empresas se han dado cuenta de una verdad incómoda: no basta con decir «trabaja desde casa» para que todo fluya. Cuando los equipos ya no comparten espacio físico, la coordinación se convierte en el verdadero reto.
Reuniones que se solapan, tareas que se pierden, documentos duplicados, malentendidos que se traducen en retrasos… Todo eso no pasa por falta de compromiso, sino por falta de herramientas y de una estrategia clara. Porque trabajar en remoto sin una buena estructura digital es como montar una oficina sin mesas.
Coordinación de trabajo, no control
El objetivo no es vigilar, sino conectar. En los entornos distribuidos, la clave está en organizar el trabajo, no a las personas. Y para eso existen herramientas pensadas específicamente para facilitar la vida a los equipos.
Una de ellas es Asana, una plataforma para la gestión de proyectos que permite planificar tareas, asignar responsables, marcar plazos y hacer seguimiento de cada paso. Asana convierte el caos en claridad. Los equipos saben qué tienen que hacer, cuándo y con quién, sin tener que estar escribiendo correos o creando infinitos grupos de WhatsApp.
Otra pieza fundamental es Holded, una solución todo-en-uno que no solo permite llevar la contabilidad, facturación o CRM de la empresa, sino que también incluye funciones colaborativas como la gestión de tareas, el calendario compartido o la integración con otras apps. En Cigarrán, como partner oficial de Holded, ayudamos a las empresas a sacarle todo el partido: no se trata solo de instalar una herramienta, sino de integrar con el flujo real de trabajo.
Reuniones que sí funcionan en el trabajo
En el entorno remoto, las reuniones dejan de ser algo espontáneo y se convierten en eventos planificados. Esto tiene ventajas: se eliminan las interrupciones innecesarias, se optimiza el tiempo y se fomenta la cultura del trabajo por objetivos. Pero también requiere método:
- Reuniones breves, con orden del día.
- Participantes definidos y roles claros.
- Seguimiento de tareas posterior (¡y aquí entra Asana!).
- Respeto por los horarios y los tiempos de concentración.
El equilibrio entre autonomía y conexión es delicado, pero posible. Con las herramientas adecuadas y una mentalidad digital, los equipos pueden funcionar como un reloj… aunque cada miembro esté a 500 km del otro.
Flexibilidad sí, compromiso con el trabajo también
Eso sí: para que el teletrabajo funcione, la responsabilidad no puede ser solo de la empresa. El trabajador tiene que estar a la altura de la confianza que se le da. Trabajar en remoto no significa desconectar del equipo ni “desaparecer”. Significa organizarse, cumplir plazos, responder con agilidad y poner de su parte para que el sistema funcione.
Porque cuando los trabajadores se comportan como adultos responsables, las empresas también pueden tratarlos como tales: con flexibilidad, autonomía y confianza.
Cigarrán: tecnología al servicio del equipo
Muchas empresas ya han dado el salto al teletrabajo, pero aún no han dado el paso a la coordinación real. En Cigarrán, acompañamos a empresas, startups y profesionales que quieren digitalizar sin perder el alma. Implementamos soluciones como Holded o Asana adaptadas a la estructura y necesidades de cada cliente. Y lo hacemos desde la experiencia de haber ayudado a decenas de equipos a resolver ese “y ahora, ¿cómo lo organizamos?”.
Porque al final, lo que hace funcionar a una empresa no es que todos estén en la misma oficina. Es que todos están en la misma página.
¿Necesita ayuda? En Cigarrán Abogados podemos ayudarte (+34) 91.355.85.15